Desde que inició la pandemia por el nuevo coronavirus, muchos países han declarado cuarentena obligatoria en distintos períodos. Pero hecha la ley, hecha la trampa. O ni siquiera eso, porque a estos “rebeldes” los atraparon, y en las situaciones más insólitas. ¡No lo intentes en casa! O fuera de ella.
Viernes santo en Argentina. En Yerba Buena, Tucumán, un hombre caminó unos tres kilómetros caracterizado como Jesucristo y cargando una enorme cruz en el hombro. Al parecer, no entendía que no podía reproducir el Vía Crucis en plena fase 1 del aislamiento social obligatorio, cuyas excepciones nunca contemplaron motivos religiosos.
Como él, muchas otras personas en Latinoamérica y el mundo rompieron la cuarentena de formas absurdas.
También en Argentina, pero en la ciudad de La Plata, dos jóvenes aprovecharon las calles casi vacías para probar un vehículo motorizado casero, fabricado con un cajón de cerveza y un carrito de supermercado, como podemos ver en las fotos:
En Buenos Aires, un ciudadano chino fue detenido por salir a cazar pokemones con la app de “Pokémon Go”, la cual ya había sido adaptada para jugar en casa, dadas las circunstancias.
Lo mismo ocurrió en Santiago de Chile, pero con una jugadora mujer, a la que reporteros de Chilevisión interceptaron en un parque de esa ciudad. Cuando le preguntaron qué estaba haciendo afuera, respondió: “Salí a estirar las piernas y aproveché para jugar Pokemon Go”.
Ellos también necesitan aire fresco
En abril, uno de los meses más críticos de la pandemia en Italia, la policía romana tuvo que multar con 400 euros a una mujer de 60 años que salió a pasear a una tortuga, con correa y todo, por las calles de Centocelle.
En España, uno de los países más afectados por el coronavirus, un hombre de 51 años deambuló por el municipio de Uga con una gallina, a sólo 14 días de haberse establecido la cuarentena obligatoria en ese país. Intentaba aprovechar que, en el dictamen, estaba permitido sacar a pasear a las mascotas, sin tener en cuenta que sólo aplicaba para los perros que debieran hacer sus necesidades fuera de la casa.
A este infractor lo “vendió” un vecino que subió el video a Internet, el cual terminó en manos de la Guardia Civil, quien lo identificó y tomó cartas en el asunto.
Mientras tanto, en la provincia de Misiones, en Argentina, un hombre de 66 años conducía ebrio una camioneta pick-up con un caballo maniatado en la parte trasera de la misma. Según explicó a las autoridades, lo estaba llevando a una curandera porque “lo notaba deprimido”. ¿Le había afectado el confinamiento?
Necesidades ¿inaplazables?
Las encuestas apuntan a que mucha gente rompió la cuarentena para tener sexo (por ejemplo, 3 de cada 10 estadounidenses declara haberlo hecho, 400 de 2000 británicos encuestados, y 43% de los argentinos).
Pero, sin albergues transitorios abiertos, se han hallado casos de parejas teniendo intimidad en público.
En Medellín, Colombia, un hombre y una mujer fueron captados por la cámara de un motociclista a un lado de una avenida de Antioquia, acostados uno arriba del otro. En Cali, una pareja filmó un video “hot” en un autobús. Eso sí, usando guantes y tapabocas.
De vuelta en Argentina, una mujer fue procesada en General Acha después de que, tras un control por la cuarentena, la policía descubriera a su amante en el maletero del auto. El joven también quedó detenido.
Party hard
Otra “necesidad” que no parece poder postergarse es la de ir de fiesta. En Escocia, un policía rompió el aislamiento social obligatorio para ir a imitar a Elvis Presley a una fiesta de cumpleaños (sí, todo está mal en esta frase).
En Perú, el intendente Jaime Rolando Urbina Torres del distrito de Tantará salió a beber con unos amigos a fines de mayo. Cuando vio que venía la policía, se escondió nada más ni nada menos que en un ataúd, simulando ser un fallecido de COVID-19. Pero, con la ebriedad y el apremio, olvidó quitarse el cubrebocas.
La cuarentena y los vicios
Algunos creen que el confinamiento obligatorio es una buena oportunidad para deshacerse de los vicios, pero no es tan fácil.
En Nueva Zelanda, un hombre de 52 años que estaba en cuarentena en un hotel, cortó una cerca para escapar hacia el comercio más cercano y comprar un pack de 4 cervezas y una botella de vino.
En el sur de Francia, otro hombre de identidad no revelada intentó conducir unos 38 kilómetros para comprar cigarrillos del otro lado de la frontera con España, porque allí son más baratos. Como el camino estaba bloqueado por controles, abandonó el auto e intentó ir a pie, pero se perdió en los Pirineos, cayó en un arroyo y terminó pidiendo ayuda por teléfono. Volvió a casa en helicóptero y con una multa de 135 euros.
El deporte, enemigo del confinamiento
En la ciudad costera argentina de Mar del Plata, un hombre fue grabado nadando desnudo en el mar. No muy lejos de allí, en Sierra de la Ventana, un jubilado de 68 años salió a volar en parapente. Los vecinos lo vieron (¡como para no hacerlo!) y lo reportaron. Cuando la policía lo interceptó en el aterrizaje, el hombre dijo no saber que estaba cometiendo un delito.
Más hacia el sur, un pescador tuvo que lamentar la pérdida de su camioneta luego de que el mar se la tragara, en una repentina subida de marea que muchos calificaron como un “karma” por haber roto la cuarentena.
Mientras tanto, en China, el castigo para una mujer que salió a trotar fue el desempleo: la empresa para la que trabajaba la desvinculó apenas se difundió el video que la incrimina. Luego, las autoridades le ordenaron a la mujer que abandonara el país.
Cuando las multas no alcanzan
Cada país ha establecido diferentes sanciones para los “rompe cuarentena”. Pero, en algunos lugares, creen que hacen falta medidas un poco más inusuales.
En Venezuela, la policía colocó en fila a varios infractores que andaban sin tapabocas, con los brazos extendidos para marcar la distancia social recomendada. Luego, los hicieron marchar al canto de “debo respetar la cuarentena”.
Por otro lado, en Indonesia, se dispuso que los que infringieran el aislamiento social obligatorio fueran encerrados en casas embrujadas por el resto de la cuarentena, puesto que es una cultura que cree mucho en los espíritus.
¿Y tú? ¿Qué otros “rompe cuarentena” conoces? ¿Qué cosas locas has visto u oído en tu ciudad durante el confinamiento? ¡Cuéntanos en los comentarios!
